| Bonsáis: tradición y belleza |
| sábado, 23 de julio de 2011 |
Autor: Daniel Palacio Tamayo
23 de Julio de 2011
Los visitantes de la exposición quedan tan asombrados con la belleza de los ejemplares que se interesan por aprender más sobre su proceso de transformación.
Los corredores del Centro Comercial Sandiego se convierten de nuevo en el escenario para contar una historia que tiene como principales protagonistas a bosques, cabras, bonsáis, dragones en cuevas, monasterios tibetanos y grandes peñascos.
Toda esta ambientación hace parte de la décimo cuarta edición de la exposición de bonsái “Yamadori: el camino de la montaña”, un evento que sirve de abrebocas a la Feria de las Flores, celebración que desde el próximo fin de semana llenará las calles de la capital antioqueña.
Poco a poco, esta muestra, que sirve también para que los espectadores conozcan un poco más de la cultura oriental de donde provienen los pequeños arbolitos, ha ido tomando fuerza en la ciudad.
“La primera vez que presentamos este evento había más vallas de seguridad que bonsáis.
Ahora es un espacio libre para el público” comenta Jaime Arango Uribe, presidente de la junta administradora del centro comercial, quien además destacó el civismo que durante el tiempo que se lleva realizando la muestra han tenido los visitantes.
“No se ha perdido ni un solo bonsái”, dice.
Para sus cultivadores, estos pequeños árboles evocan la paciencia, lentitud y tiempo que toma el proceso para lograr que crezca con éxito el bonsái.
La exposición no solo es considerada la más grande de su tipo en Colombia, también se ha convertido en un referente para compartir en familia y tomarse fotos al lado de los pequeños árboles que conservan en ellos belleza y sabiduría, tal y como son entendidos en las culturas orientales.
Además, los niños tendrán la oportunidad de conocer, acercarse e interesarse en la tradición de cultivar estas hermosas plantas en un taller que se realizará hoy el próximo fin de semana a las 3 y a las 4:00 p.m de manera gratuita.
Allí aprenderán todos los secretos y tendrán todos los materiales para lograr tener un tradicional bonsái.
Noticias relacionadas Comentar Recomendar este artículo Imprimir
Pequeña tradición
El bonsái, más que la planta en sí misma, es el arte de cultivar árboles reduciendo su tamaño mediante técnicas como el transplante y la poda, y modelando su forma hasta crear un estilo que reproduzca una escena de la naturaleza.
Esta práctica fue creada en la China hace aproximadamente dos mil años por los monjes taoistas, quienes veían en estos pequeños árboles un símbolo de eternidad, además de un puente entre lo divino y lo humano.
Según la creencia, aquella persona que pudiera conservar un árbol en una maceta tenía asegurada la eternidad, por eso los templos de estos monjes eran adornados con infinidad de bonsáis, que fueron llevados al Japón hace 800 años.
Aunque se considera que cualquier especie arbórea puede ser cultivada como bonsái, las preferidas por los expertos, quienes en la cultura oriental son conocidos como senseis, son los arces, los pinos silvestres, la higuera y el olivo.
23 de Julio de 2011
Los visitantes de la exposición quedan tan asombrados con la belleza de los ejemplares que se interesan por aprender más sobre su proceso de transformación.
Los corredores del Centro Comercial Sandiego se convierten de nuevo en el escenario para contar una historia que tiene como principales protagonistas a bosques, cabras, bonsáis, dragones en cuevas, monasterios tibetanos y grandes peñascos.
Toda esta ambientación hace parte de la décimo cuarta edición de la exposición de bonsái “Yamadori: el camino de la montaña”, un evento que sirve de abrebocas a la Feria de las Flores, celebración que desde el próximo fin de semana llenará las calles de la capital antioqueña.
Poco a poco, esta muestra, que sirve también para que los espectadores conozcan un poco más de la cultura oriental de donde provienen los pequeños arbolitos, ha ido tomando fuerza en la ciudad.
“La primera vez que presentamos este evento había más vallas de seguridad que bonsáis.
Ahora es un espacio libre para el público” comenta Jaime Arango Uribe, presidente de la junta administradora del centro comercial, quien además destacó el civismo que durante el tiempo que se lleva realizando la muestra han tenido los visitantes.
“No se ha perdido ni un solo bonsái”, dice.
Para sus cultivadores, estos pequeños árboles evocan la paciencia, lentitud y tiempo que toma el proceso para lograr que crezca con éxito el bonsái.
La exposición no solo es considerada la más grande de su tipo en Colombia, también se ha convertido en un referente para compartir en familia y tomarse fotos al lado de los pequeños árboles que conservan en ellos belleza y sabiduría, tal y como son entendidos en las culturas orientales.
Además, los niños tendrán la oportunidad de conocer, acercarse e interesarse en la tradición de cultivar estas hermosas plantas en un taller que se realizará hoy el próximo fin de semana a las 3 y a las 4:00 p.m de manera gratuita.
Allí aprenderán todos los secretos y tendrán todos los materiales para lograr tener un tradicional bonsái.
Noticias relacionadas Comentar Recomendar este artículo Imprimir
Pequeña tradición
El bonsái, más que la planta en sí misma, es el arte de cultivar árboles reduciendo su tamaño mediante técnicas como el transplante y la poda, y modelando su forma hasta crear un estilo que reproduzca una escena de la naturaleza.
Esta práctica fue creada en la China hace aproximadamente dos mil años por los monjes taoistas, quienes veían en estos pequeños árboles un símbolo de eternidad, además de un puente entre lo divino y lo humano.
Según la creencia, aquella persona que pudiera conservar un árbol en una maceta tenía asegurada la eternidad, por eso los templos de estos monjes eran adornados con infinidad de bonsáis, que fueron llevados al Japón hace 800 años.
Aunque se considera que cualquier especie arbórea puede ser cultivada como bonsái, las preferidas por los expertos, quienes en la cultura oriental son conocidos como senseis, son los arces, los pinos silvestres, la higuera y el olivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario